Mexico
Promover la solidaridad

¿De dónde partimos? / ¿Cuál fue nuestro punto de partida?
El Estado de Chiapas se encuentra en el extremo sur de México y es una de las regiones más pobres del país. La población, mayormente indígena vive como pequeños campesinos de la agricultura. En parcelas, algunas de ellas diminutas, que apenas alcanzan para asegurar la supervivencia, las familias cultivan principalmente maíz, porotos, bananas, café, tomates y yuca. 

El ingreso mensual promedio equivale a unos 74 euros aproximadamente. Al mismo tiempo se trata de un país que tiene suficientemente tierra fértil, pero que está muy desigualmente repartida. Desde hace décadas que la gente de Chiapas espera una reforma agraria, que fue reclamada por última vez en 1994 a mano armada por el levantamiento zapatista. Sin embargo, una gran parte del suelo fértil pertenece todavía a algunas pocas familias que agotan la tierra por medio de una explotación intensa y contratan a trabajadores agrícolas por sueldos miserables. También el ampliamente extendido ‘peonaje por deudas’ condujo a que muchos campesinos hayan “legado” la pobreza a sus descendientes. La malnutrición y la desnutrición afecta, principalmente, a los/as ancianos/as, madres y niños pequeños, pues también la asistencia sanitaria es deficiente. A raíz de la ausencia de posibilidad de estudiar y la carencia de perspectivas laborales, los jóvenes y sobre todo padres de familia, abandonan la región. Con casi 18% Chiapas tiene la mayor tasa de analfabetismo en México.

Reiner Wilhelm, referente para México y Venezuela

¿Qué queremos lograr?
Juntamente con la misión jesuítica en Bachajón, Adveniat quiere fomentar el desarrollo integral de la población de Tseltal, en su mayoría indígena, en las comunidades circundantes. No se trata sólo de abrir perspectivas económicas sino, sobre todo, de reactivar el tejido social, recordar la propia cultura y desenterrar sus tesoros de sabiduría sepultados. Los profesionales de la salud deben ser instruidos en los métodos de la medicina indígena pero también con relación a los temas de alimentación e higiene. Entre otras cosas, se trata aquí de la construcción de letrinas y de la concientización sobre el uso del agua. Los campesinos reciben cursos sobre métodos de cultivo ecológicos y sostenibles que conectan la sabiduría indígena sobre la rotación diferenciada de cultivos con las modernas técnicas ecológicas. Ambas benefician la salud del ser humano y del medioambiente. Otro elemento importante de este concepto de desarrollo se refiere al fortalecimiento de la cohesión social. Se trata de recuperar el valor de la comunidad, que en la cultura del Tseltal juega un rol decisivo frente al bien individual. La autoorganización y los procesos de desarrollo deben ser igualmente fomentados, como también los instrumentos jurídicos para la defensa de la posesión de la tierra. El objetivo es alcanzar una mayor participación de las mujeres.

¿Qué hemos llevado a la práctica? 
Adveniat apoya desde hace ya muchos años el trabajo de los jesuitas en Bachajón en diferentes ámbitos, siempre con el fin de lograr mejores perspectivas de vida para la población indígena desfavorecida. Este proyecto se relaciona directamente con esa finalidad y es sostenido por Adveniat con 30.000 euros para material, honorarios y realización de cursos y seminarios. El “Centro de Formación Integral para Promotores Indígenas” (CEFIPI), creado por los jesuitas, hace un aporte propio equivalente a 10.400 euros. A esto se agregan unos 7.100 euros de las comunidades indígenas que se benefician del programa. Un grupo de expertos (hombres y mujeres), algunos de ellos pertenecientes a los tseltales, planifican y acompañan el proyecto.

Directrices para presentar solicitudes

Adveniat apoya solicitudes que reflejan una acción planificada y sostenible, que asumen los „Signos de los Tiempos” y que son fieles a las líneas centrales  el Concilio Vaticano II y de la Conferencia de Aparecida.

PDF:
Directrices para presentar solicitudes a Adveniat

Directrices especificas:
Le informamos que existen directrices específicas para diferentes tipos de proyectos, por ejemplo programas, construcciones, etc.

¿Qué hemos logrado?
Los cursos y capacitaciones ofrecidos alcanzan directamente cerca de 1.500 personas, e indirectamente más de 9.900 personas de las comunidades implicadas. Su situación social y económica se ha estabilizado visiblemente en los últimos años, gracias, entre otros factores, al éxito de la Cooperativa de Café, cuya fundación fue impulsada por los jesuitas. Otra cooperativa de artesanos ha contribuido fundamentalmente a un mejoramiento de los ingresos de las mujeres. Una emisora de radio, cuyo programa fomenta Adveniat, es, además, la portavoz del pueblo indígena. Tanto la seguridad en sí mismo de la gente, como su identidad cultural y las chances de tomar sus propias decisiones, han aumentado enormemente. En el marco del apoyo al desarrollo de capacidades este proyecto busca capacitar a las personas para que puedan liberarse con sus propias fuerzas de la situación de dependencia y de pobreza.

Cita: “Este proyecto sitúa a la gente del pueblo Tseltal, cuya cultura fue a menudo oprimida, degradada y minusvalorada en el pasado, en el primer plano. Gracias al trabajo generador de identidad por parte de los jesuitas los tseltal experimentan su propia cultura como un tesoro que hay desenterrar y conservar”.

Reiner Wilhelm, responsable para México y Venezuela